
Un contrato bien estructurado puede ser la diferencia entre una sociedad fluida o un juicio millonario. Los contratos comerciales complejos son más que simples acuerdos, son herramientas jurídicas clave para blindar operaciones, anticipar conflictos y minimizar riesgos legales. Ya sea en alianzas estratégicas, distribución, prestación de servicios de alto valor o acuerdos de inversión, lo que está en juego no solo es dinero, sino también reputación, continuidad y relaciones de largo plazo.
Por eso, en esta guía te explicamos qué cláusulas no pueden faltar en un contrato comercial complejo bajo la legislación chilena y cómo usarlas estratégicamente.
¿Qué se entiende por contrato comercial complejo?
Un contrato comercial complejo es un acuerdo jurídico sofisticado que regula relaciones empresariales de alto impacto. En otras palabras, son acuerdos que van más allá de lo básico, combinan variables técnicas, financieras y legales en estructuras adaptables a mercados globales.
Características de un contrato comercial complejo
A diferencia de los contratos simples como una compraventa puntual o un arriendo común, los contratos comerciales complejos involucran múltiples partes, obligaciones bilaterales o asimétricas, duración prolongada, cláusulas técnicas y un alto impacto económico o estratégico. También suelen operar en entornos regulados o bajo condiciones internacionales.
- Involucran a múltiples actores (acuerdos de joint venture, asociación empresarial o alianzas estratégicas) con obligaciones cruzadas.
- Contienen disposiciones sobre transferencia tecnológica, royalties, estándares de calidad o cumplimiento regulatorio internacional (ej: GDPR en contratos con la UE).
- Contratos de distribución exclusiva o representación comercial
- Acuerdos de confidencialidad con cláusulas de no competencia
- Licencias de uso de propiedad intelectual o know-how
- Mecanismos de contingencia, prevén escenarios como:
- Brexit clauses (ajuste por cambios geopolíticos)
- Hardship clauses (reequilibrio por crisis económicas)
- Protocolos de salida (exit mechanisms)
- Prestación de servicios tecnológicos con SLA exigentes
- Deben armonizar legislaciones de distintos países (ej: ley aplicable puede ser chilena, pero con arbitraje en Singapur).
Dado que estos contratos definen relaciones de largo plazo, la redacción debe ser depurada, previsora y adaptada a la normativa chilena vigente.
8 cláusulas que todo contrato complejo debería incluir explicadas
A continuación, te detallamos las cláusulas indispensables que todo contrato complejo en Chile debe contemplar para minimizar el riesgo legal y proteger los intereses de tu empresa:
1. Objeto y alcance del contrato
Puede parecer básico, pero en muchos conflictos el problema radica en que las partes no definieron con precisión qué están contratando. El objeto debe ser claro, específico y medible. ¿Qué se entrega? ¿Qué se espera? ¿Cuáles son los límites?
Evita ambigüedades como: “el prestador brindará servicios de asesoría integral”, en su lugar, usa fórmulas más concretas como: “el prestador entregará informes mensuales sobre…, realizará reuniones técnicas cada 15 días y responderá requerimientos en 72 horas”.
2. Plazos y condiciones de ejecución
Todo contrato debe establecer fechas de inicio, vigencia, renovaciones automáticas (si las hay), plazos de cumplimiento y consecuencias del retraso. Además, es recomendable incluir una cláusula de revisión periódica si el contrato supera los 12 meses.
3. Contraprestación y forma de pago
Detalla el monto, la moneda, los hitos de facturación, impuestos aplicables y condiciones de pago. En contratos internacionales, define la ley aplicable al tipo de cambio y el tratamiento del IVA.
En operaciones complejas, también es clave prever ajustes por inflación, performance o tipo de cambio, especialmente en contratos extensos o en dólares.
4. Cláusula de responsabilidad y limitación de daños
Es importante regular hasta dónde se extiende la responsabilidad de cada parte. Puedes limitarla a los daños directos, excluir los indirectos o fijar un tope (por ejemplo, el valor total del contrato).
Esta cláusula es crítica en contratos con riesgo operativo, logístico o tecnológico, donde los perjuicios pueden escalar rápidamente.
5. Confidencialidad y protección de información sensible
En contratos donde se comparten datos comerciales, financieros o estratégicos, es indispensable una cláusula de confidencialidad que sobreviva al contrato por al menos 2 años. Puedes agregar cláusulas de no competencia o no captación de personal, si están justificadas.
6. Resolución anticipada y fuerza mayor
Los contratos complejos deben prever escenarios de terminación anticipada, ya sea por incumplimiento grave, quiebra, retiro voluntario o fuerza mayor. Define con claridad qué eventos califican como causa justificada, cómo se notifican y qué efectos produce (ej. indemnizaciones, devolución de anticipos, etc.).
7. Mecanismo de solución de controversias
¿Qué pasa si las partes entran en conflicto? ¿Se irá a juicio o a arbitraje? En Chile es cada vez más frecuente pactar cláusulas arbitrales (vía CAM Santiago u otra institución) para evitar juicios largos y públicos. También se puede establecer una instancia previa de mediación o una “mesa de resolución interna”.
8. Ley aplicable y jurisdicción
Especialmente en contratos internacionales o entre empresas con matriz extranjera, es vital establecer qué ley regirá el contrato y qué tribunal será competente. Aunque es posible someterse a leyes extranjeras, en Chile se recomienda que la ejecución forzosa quede bajo jurisdicción chilena para facilitar su cumplimiento judicial.
Tu contrato puede ser tu mayor escudo (o tu mayor debilidad)
La mayoría de los errores contractuales no se detectan al firmar el contrato, sino cuando ya hay problemas. Un contrato bien estructurado es tu armadura legal, anticipa riesgos, define responsabilidades y te protege de contingencias. Pero uno mal redactado se convierte en una bomba de tiempo, llena de vacíos que competidores o socios pueden explotar. Una cláusula mal escrita puede costarte mucho más que una demanda. Puede hacerte perder un cliente clave o paralizar tu operación. La diferencia entre seguridad y vulnerabilidad está en los detalles.
¿Por qué asesorarte legalmente antes de firmar contratos comerciales complejos?
Firmar un contrato sin asesoría jurídica es como invertir a ciegas. En Becker Abogados, revisamos cada contrato con mirada estratégica, detectando vacíos legales, conflictos entre cláusulas, desequilibrios jurídicos y oportunidades para fortalecer la posición de nuestro cliente.
Además, adaptamos las cláusulas a tu giro comercial, al régimen tributario aplicable y a la normativa sectorial correspondiente (salud, tecnología, inmobiliario, exportación, etc.). Cada contrato debe ser único, como lo es cada relación comercial.
Contáctanos aquí en Becker Abogados, no solo redactamos contratos, diseñamos estrategias legales para proteger tu negocio en todo momento.