La igualdad de remuneraciones entre mujeres y hombres que realizan un mismo trabajo es un derecho reconocido por la Constitución y por diversos tratados internacionales de derechos humanos. Sin embargo, en la práctica, este derecho se ve vulnerado por la existencia de brechas salariales que afectan principalmente a las mujeres, quienes reciben en promedio un 20% menos que los hombres por el mismo trabajo.
¿Qué hacer ante una situación de discriminación salarial por razón de sexo? ¿Qué mecanismos existen para proteger este derecho? ¿Qué rol juega el procedimiento de tutela de derechos fundamentales en la Justicia Laboral? Estas son algunas de las preguntas que intentaremos responder en este artículo, con el fin de informar y orientar a las personas que se encuentran en esta situación.
¿Qué es la discriminación salarial por razón de sexo?
La discriminación salarial por razón de sexo se produce cuando se paga una remuneración inferior a una persona por el hecho de ser mujer u hombre, sin que exista una justificación objetiva y razonable para ello. Se trata de una forma de discriminación arbitraria que vulnera el principio de igualdad ante la ley y el derecho al trabajo digno.
La ley 20.348, que entró en vigencia el año 2009, establece expresamente el derecho a la igualdad de remuneraciones entre mujeres y hombres que presten un mismo trabajo. Según esta ley, no son consideradas arbitrarias las diferencias objetivas en las remuneraciones que se funden, entre otras razones, en las capacidades, calificaciones, idoneidad, responsabilidad o productividad.
¿Cómo denunciar la discriminación salarial por razón de sexo?
La ley 20.348 establece un procedimiento para denunciar la discriminación salarial por razón de sexo ante el empleador y ante los tribunales de justicia. El procedimiento es el siguiente:
- La persona afectada debe realizar la denuncia por escrito ante el empleador, indicando los hechos que configuran la discriminación y solicitando el restablecimiento del derecho vulnerado.
- El empleador tiene un plazo de 30 días para responder en forma fundada y por escrito. Si reconoce la existencia de discriminación, debe adoptar las medidas necesarias para corregirla y pagar las diferencias adeudadas. Si niega la existencia de discriminación, debe explicar las razones objetivas que justifican las diferencias salariales.
- Si la respuesta del empleador no es satisfactoria o no se da dentro del plazo, la persona afectada puede recurrir al procedimiento de tutela de derechos fundamentales ante la Justicia Laboral. Este es un procedimiento especial y preferente que busca proteger los derechos fundamentales de los trabajadores frente a actos discriminatorios del empleador.
¿Qué es el procedimiento de tutela de derechos fundamentales?
El procedimiento de tutela de derechos fundamentales es un mecanismo judicial que se establece en caso de que se afecten ciertos derechos fundamentales de los trabajadores, como el derecho a la vida, a la integridad física y psíquica, a la libertad sindical, a la negociación colectiva, entre otros. También se aplica a los actos discriminatorios por razón de sexo, edad, estado civil, raza, religión, opinión política u otra condición social.
El procedimiento de tutela tiene las siguientes características:
- Es un procedimiento breve y sumario, que dura como máximo 45 días hábiles desde la presentación de la demanda hasta que se dicte la sentencia.
- Es un procedimiento oral, donde las partes deben exponer sus argumentos y pruebas ante el juez en audiencias públicas.
- Es un procedimiento preferente, lo que significa que tiene prioridad sobre todas las demás causas que se tramiten en el tribunal.
- Es un procedimiento gratuito, donde no se requiere el pago de timbres ni estampillas para presentar la demanda ni para recurrir a instancias superiores.
¿Qué beneficios tiene el procedimiento de tutela?
El procedimiento de tutela tiene varios beneficios para las personas que sufren discriminación salarial por razón de sexo, entre los que se destacan:
- Permite obtener una reparación integral del derecho vulnerado, que puede consistir en el cese de la conducta discriminatoria, el pago de las diferencias salariales adeudadas, el reconocimiento de los derechos laborales afectados y una indemnización por el daño moral causado.
- Te ayuda a obtener una protección efectiva y oportuna del derecho vulnerado, evitando que la discriminación se prolongue en el tiempo y se agrave el perjuicio.
- Puedes acceder a un procedimiento sencillo y accesible, sin necesidad de contar con un abogado ni de pagar costas procesales.
¿Qué desafíos tiene el procedimiento de tutela?
A pesar de los beneficios que ofrece el procedimiento de tutela, también existen algunos desafíos y dificultades que se deben enfrentar para lograr una efectiva protección del derecho a la igualdad de remuneraciones entre mujeres y hombres. Algunos de estos desafíos son:
- La falta de información y orientación sobre el procedimiento y los derechos involucrados, lo que dificulta el acceso a la justicia y la presentación de las denuncias.
- La falta de evidencia y prueba sobre la existencia de discriminación salarial por razón de sexo, lo que dificulta el éxito de las demandas y la obtención de una reparación adecuada.
- El hecho de que no existan criterios uniformes y claros sobre la configuración de las diferencias objetivas que justificarían las diferencias salariales, lo que genera incertidumbre e inseguridad jurídica.
- La ausencia de medidas preventivas y correctivas por parte del empleador para evitar o remediar la discriminación salarial por razón de sexo, lo que perpetúa la situación de desigualdad e injusticia.
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